Hace ya unos meses hablamos de la enorme importancia que las competencias digitales tienen para los ciudadanos. Hoy con el panorama actual, éstas cobran aún mayor medida, puesto que la tecnología se ha convertido en fundamental para poder seguir con nuestras vidas profesionales y personales, así como para poder acceder a puestos de trabajo en los cuales cada vez es más indispensable el dominio de dichas competencias.
Durante el duro confinamiento, todos, de una u otra forma, dependimos de la tecnología en todos sus niveles. Y pudimos comprobar el grado de nuestros conocimientos, los recursos que necesitábamos, y la dependencia de terceros para nuestra conectividad.
Ya ha pasado un tiempo de ello, pero muchas cosas han cambiado, las empresas han incorporado el teletrabajo y las videoreuniones entre sus trabajadores, la teleformación se ha disparado, los centros escolares y universitarios plantean sus clases de forma presencial y virtual. Pero ¿cuál es el común denominador de todo ello?: los conocimientos digitales. Es decir que todos debemos tener más competencias digitales para poder acceder a esta nueva realidad laboral y formativa.
Recordemos que con nuestras competencias digitales, en resumen, tendríamos que ser capaces de buscar, filtrar y sintetizar la gran cantidad de información existente. Extrapolar ideas sobre lo que se sabe y lo que se ha aprendido, compartiéndolo y colaborando con otros usuarios. Aplicar esos conocimientos a situaciones nuevas, resolviendo problemas de seguridad o técnicos básicos. Crear nuevos conocimientos e incluso tener capacidad de innovar.
La aplicación real de esas competencias nos llevaría, por ejemplo, a estar mejor preparados contra amenazas de ciberseguridad, ampliar nuestros conocimientos en cualquier área gracias a Internet, colaborar con personas de forma profesional o personal, utilizar nuestros dispositivos, así como la tecnología en general, de forma más eficiente y segura.
También cabe recordar que, para aquellos que están buscando empleo, especialmente, existen unos certificados de competencias digitales que, mediante la superación de una prueba, es posible conseguir, aportando un valor añadido a nuestro currículo, favoreciendo una posible contratación. Estas certificaciones las expiden las pertinentes organizaciones en cada Comunidad Autonómica.