Whatsapp vs correo electrónico

En estos tiempos estamos asistiendo a un nuevo fenómeno tecnológico, que causa furor, muy viral y que no deja indiferente a nadie, se trata del Whataspp.

Hoy en día, si no tienes Whatsapp no existes. Así bien sea por convicción o por no quedarse fuera, casi todo el mundo lo utiliza. Pero como suele pasar con mucha de la tecnología que nos rodea, no se conoce bien y se utiliza, en muchas ocasiones, de forma incorrecta. Su utilización incluso ha desplazado al correo electrónico, en muchos ámbitos y procesos. Pero ¿es correcta esa sustitución?, ¿realmente es lo mismo enviar un Whatsapp que un correo?.

Veamos estas diferencias para entender si realmente ambos sistemas son comparables. En mi opinión, no lo son. Partimos de que como su nombre indica el Whatsapp es un servicio de mensajería instantánea, y el correo electrónico no, es decir con el primero podemos mantener un chat o conversación en tiempo real, mientras que con el segundo no lo podemos hacer. Mediante dicha mensajería no se pueden enviar archivos que no sean fotografías o vídeos, mientras que con el correo se pueden enviar todo tipo de ficheros. La cantidad de información que se puede enviar a través de Whatsapp es en pequeñas dosis y más difícil de conservar y organizar, a diferencia del correo. Otra diferencia muy grande es que los correos electrónicos se pueden abrir en todos los dispositivos, mientras que este servicio de mensajería no se puede utilizar en un ordenador.

Un aspecto que muchas veces se obvia es el de la seguridad. Aquí también el correo electrónico hace valer sus diferentes herramientas para poder garantizar esa seguridad, cosa que con el Whatsapp no puede aplicarse (curiosamente competidores como LineTelegram son más seguros, pero menos conocidos y utilizados).

Así pues se recomendaría utilizar la mensajería instantánea de Whatsapp para intercambio de información que no sea delicada (como contraseñas, datos de salud, sobretodo de terceros, etc) y si para notificaciones y avisos, y charlas amistosas. A nivel profesional intentar utilizarlo lo menos posible, salvo en temas inocuos y que no afecten a la información sensible de las personas y de la empresa. También a los clientes hay que comentarles que la relación con la empresa debe hacerse normalmente por correo electrónico para una correcta relación, pues la información que se debe intercambiar no es aconsejable hacerlo por Whatsapp.

Como conclusión, y aunque el Whatsapp es muy adictivo y fácil de utilizar, debe utilizarse para unas determinadas ocasiones, pero nunca para sustituir al correo electrónico. Cada sistema tiene sus características y usos diferentes, y como decía al principio no comparables.

Carlos Gómez Cacho

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